Comprifoam
Venda de espuma de poliuretano de poro abierto, ideal para almohadillados bajo vendaje de corta extensibilidad o prendas de compresión, para patologías flebológicas y linfáticas.
Distribuye uniformemente la presión de la venda, previene constricciones y reduce el riesgo de rozaduras.
Venta por unidad
Medida a escoger
El vendaje compresivo es una parte primordial del tratamiento del linfedema y de otras patologías asociadas a los procesos linfáticos del cuerpo, esencial para reducir el volumen del edema.
Las propiedades que determinan la compresión que ejerce un vendaje son la tensión que aplica el fisioterapeuta, el número de capas del vendaje, el material y las propiedades elásticas del mismo. De su correcta aplicación dependerá, en gran medida, la eficacia del tratamiento.
El vendaje multicapa o multicomponente está compuesto por una venda tubular de algodón, un vendaje acolchado y varias vendas de baja elasticidad o tracción corta.
Para realizar este vendaje es necesario diferentes tejidos: una primera capa de venda de algodón protege la piel de la sudoración y la laceración y que acompañada de vendas de tracción corta buscan el efecto de contención del edema y de presión durante la contracción muscular. Por encima de ésta colocamos vendas elásticas que realizan una compresión constante en reposo que ayuda a la reabsorción.
Las vendas de baja elasticidad producen baja presión de reposo, por lo que son bien toleradas, y aumenta en picos con la contracción muscular, incrementando el drenaje linfático.
Las de alta elasticidad provocan más presión con la extremidad en reposo que en movimiento, y apenas aumentan el bombeo durante el ejercicio.
La terapia compresiva produce una disminución de la filtración capilar, aumento de la reabsorción linfática, mejora la bomba muscular (sístole muscular pantorrilla), ablanda zonas fibroescleróticas, conserva los beneficios del drenaje linfático y aumenta la superficie de reabsorción.
En la colocación del vendaje es necesario ejercer una compresión gradual decreciente de la parte distal a la proximal y que, además, le permita al paciente realizar una vida normal, sin demasiada presión. Debido a que las extremidades con linfedema no suelen tener una forma anatómica (de cono invertido) y a menudo presentan pliegues cutáneos y zonas duras, se necesita usar material de almohadillado que homogenice la forma y unifique presión.
La colocación de estos vendajes debe ser aplicada por profesionales para su correcta realización. No es recomendable usar el vendaje sin realizar previamente drenaje linfático pues el vendaje actúa sólo sobre la parte líquida del linfedema sin actuar sobre las proteínas lo que supone un riesgo de acumulación de las mismas en el tejido produciendo fibrosis.